El pasado fin de semana, 4-5-6 de marzo, los jefes y asistentes de la rama amarilla de todas las manadas de España tuvimos un encuentro en Madrid, donde pudimos compartir experiencias y recibir más formación sobre la pedagogía que rige nuestra rama. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pudimos vivir esa fraternidad scout de nuestro movimiento y el ambiente de “familia feliz” también característico de la rama en la que nos formamos. El Equipo Nacional de Lobatismo nos preparó este intenso encuentro en el que pudimos empaparnos de las sabidurías de la selva para poder seguir la ronda solar con mucha fuerza, sabiendo que tenemos una gran familia en la que siempre nos podemos apoyar. Consiguieron crear a base de dinámicas de trabajar en equipo y de compartir experiencias un ambiente donde todos aprendimos de los demás y nos llevamos muchas ideas para aplicar con nuestros lobatos. Durante la actividad pudimos disfrutar de la compañía del Clan Piloto San Juan Pablo II de Madrid que vinieron a realizar su servicio cocinando y preparándonos todas las comidas del día.

-Personalmente, el dekkan me ha ayudado bastante a entender lo que es ponerse al servicio del prójimo como un piloto, y a lo que más me ha ayudado ha sido a poder aprender a vivir como un scout servicial. Además de servir a la manada, también el Equipo Piloto organizamos unas actividades para nosotros como tiro con arco o una ruta. Estuvo muy bien la experiencia y si Dios quiere, espero volver a vivir algo similar. – Guillermo Thompson, 15 años, piloto del Clan San Juan Pablo II.

La actividad comenzó el viernes a la hora de la cena y los Viejos Lobos nos prepararon una estupenda velada-cuento como punto de inicio del Dekkan. Después de la velada nos unimos para rezar un rosario preparado por dos hermanitas pidiendo por la paz y la situación actual. 

El sábado fue un día intenso donde hicimos distintas dinámicas para formarnos en muchos aspectos de nuestra metodología. Las dinámicas guiadas por el Equipo Nacional consistían fundamentalmente en trabajo en equipo para poner en común los puntos de vista sobre el tema que íbamos a compartir con el resto de los hermanos scouts posteriormente. Personalmente, disfruté mucho de la gran cantidad de experiencias que se compartieron y, también, de la comprensión y la escucha del resto de la manada. Después de la actividad de la mañana y del descanso de la merienda que nos prepararon los pilotos celebramos la misa y fuimos a comer.

Además, esa misma mañana tuvimos el placer de ver cómo un hermano scout, Javier de la Cruz, recibía su pañoleta amarilla que le denota como 3er grado en esta rama. Fue realmente un ejemplo de servicio y de progresión para el resto de scouts que nos motivó a seguir formándonos y a seguir sirviendo en la voluntad de Dios. 

El sábado por la tarde disfrutamos de una Gran Caza que preparó el Equipo Nacional y que hilamos con una velada selva que preparamos con la ayuda de los Viejos Lobos. Terminamos el día con una Adoración al Santísimo poniéndonos en sus manos y ofreciéndole nuestro servicio.

El domingo las dinámicas fueron parecidas a las del sábado, pero todo enfocado hacia el objetivo de toda manada que es la Familia Feliz, ese ambiente en el que los niños se pueden crecer y desarrollar sus capacidades, y hacia la importancia del juego en nuestra metodología. 

También pudimos disfrutar de la entrega de la cinta amarilla de Isabel Juliani y poder compartir con ella ese momento tan especial en la Comunidad Guía Mayor. 

Damos gracias a Dios por su presencia en todo el fin de semana y por la voluntad del servicio que hemos vivido, gracias al Equipo Nacional de Lobatismo por preparar esta actividad y también al Clan Piloto por su servicio. 

“El scout está hecho para servir y salvar a su prójimo” 

Texto: Irene Vivas Cerro, Bagheera en la Manada Virgen del Carmen de Madrid.